Después de que ya haya terminado mi sustitución como PT de un AAI (Aula de Apoyo a la Integración) -pero sin aula- os quiero contar un poquito acerca de mi experiencia como PT en un IES. Si quieres conocerla, te invito a seguir leyendo.
La noticia
Cuando me adjudicaron este destino lo primero que pensé fue… ¿UN INSTITUTO? Yo ahí no me veo. Los niños y niñas me van a comer con papas. Yo no sé cómo trabajar con adolescentes. Lo mío son los niños y las niñas más pequeñitos/as. LO-CU-RA.
A las pruebas me remito…
Cuando os digo que mi cabeza se pone en lo peor, es cierto. Y es que todos los cambios, todo lo nuevo mi cabecita lo recibe como algo catastrófico. SOCORRO. Señal de alerta en cada una de mis neuronas. Soy una persona un poco ansiolítica y eso tampoco ayuda. Además, me encanta la estabilidad, saber dónde voy a ir, cuándo, durante cuánto tiempo. Soy más de tenerlo todo atado y bien atado, organizado y planificado… De ahí mi necesidad de organizar todo mediante planners. Eso me transmite seguridad y los cambios me producen todo lo contrario.
Cuando entré en este mundo no caí en la cuenta de que mi vida ahora se iba a tratar de eso, de cambios, de ir de un lado a otro sin rumbo fijo hasta que llegue la plaza o, más bien, el destino definitivo.
El centro
En fin, que yo no me veía para nada preparada para un IES: novata, acostumbrada a Primaria 100%, 0 contacto o experiencia con institutos… Pero una vez que llegué allí todos me transmitieron seguridad y tranquilidad.
El centro es una pasada. Cada niño/a tenía su propio iPad con el que trabajaban todas las asignaturas. Un centro muy innovador, basado en el uso de las TIC. Ni un solo libro de texto. En sus iPads tenían todo lo que necesitaban. What is this? El futuro… El equipo docente estaba formado mayoritariamente por personas jóvenes, en su mayoría interinas e interinos muy implicados, con muchísimas ganas de aprender y el personal fijo también maravilloso. Os digo, de verdad, que me he sentido durante estos 6 meses como en casa.
El equipo de Orientación me ayudó en todo lo necesario, me explicaron las características del alumnado -33 alumnos/as con NEAE para mí solita ?-. Y fueron mi gran apoyo junto con el profesorado COVID que actuaron como profes de apoyo y gracias a todos ellos fue posible atender al alumnado con NEAE de la mejor manera posible.
La verdad es que tuve una acogida maravillosa, las compañeras me enseñaron el instituto, me crearon mi cuenta del instituto -yo no sabía en ese momento de qué iba toda esa movida- y me ayudaron en todo lo posible: Séneca, horario, funcionamiento del centro, normas, coordinación…
Si yo no sabía cómo trabajar en un AAI, mucho menos en plena inclusión. What’s that? Yo como PT tenía que ofrecer el apoyo a mi alumnado dentro del aula, durante el desarrollo de las diferentes asignaturas del currículo: en total tenía 10 grupos diferentes y entraba mientras trabajaban las siguientes asignaturas: matemáticas, lengua, geografía e historia, física y química, tecnología, biología y geología e inglés.
¿Y qué hacía yo en clase?
Básicamente, me he hecho un poco experta de todo ? En general, mientras el profe o la profe explicaba el nuevo contenido yo estaba pendiente de que mi alumnado atendiera a las explicaciones, que utilizara el iPad si tenía que hacerlo, etc. Posteriormente, le hacía un seguimiento de sus objetivos, del uso de Classroom, las tareas pendientes y las actividades que tenía que hacer durante la clase. En definitiva, nos organizábamos un poco y le ayudaba en aquello que necesitara cada niño/a.
Si mi alumnado tenía ACS, le ofrecía al profesorado de las asignaturas objeto de esas adaptaciones, el material necesario para trabajar durante el trimestre. La coordinación ha sido siempre clave para poder atender debidamente al alumnado.
Aquí podéis ver dos de los materiales que elaboré para mi alumnado con ACS para las áreas de Lengua Castellana y Literatura (modalidades textuales) y Matemáticas (el uso y manejo del dinero).
El inicio del curso
En octubre, cuando me incorporé, me puse a revisar todos los PE del alumnado con NEAE del curso anterior y prácticamente tuve que hacer todos de 0 sin conocer prácticamente al alumnado, con la asesoría y la ayuda tanto de la orientadora como de la PT del AE (Aula Específica). Eso fue un locurón -pero bendito locurón-. En un mes hice todos los PE, en total 43 Programas Específicos… Séneca estaba que echaba humo conmigo ? El mes siguiente lo dediqué a reunirme con las familias para presentarles las medidas de atención a la diversidad que se iban a llevar a cabo durante el curso con sus hijas/os (tanto PE como ACS). Las reuniones con todas las familias me llevó un mes exactamente. Para que fueran presenciales las fui organizando en mis horas libres o extras en el instituto y por eso me llevó tanto tiempo. Pero mereció la pena conocer la experiencia, las dudas, las inquietudes y las expectativas de todas las familias con respecto a sus hijas e hijos.
Como podéis ver, el primer trimestre fue una locura total: toma de contacto, muchísimo papeleo, reuniones, Séneca, programación del AAI, sesiones de evaluación, valoraciones de los PE y las ACS, informes sobre el alumnado con NEE durante primer trimestre…
Arrancar un curso como PT no es fácil -y en cualquier especialidad- y he tenido la suerte de poder vivirlo, de experimentarlo, de tener que arrancarlo todo de 0 prácticamente y todo ese aprendizaje ya lo tengo adquirido para futuras nuevas aventuras en cualquier CEIP o IES.
¿Qué me llevo de toda esta experiencia?
A parte del aprendizaje como ya os he dicho, me llevo una familia. Mis compis se han convertido en amigas para toda la vida. He aprendido muchísimo, sobre todo al ver a mis compis explicar, dirigir las clases, observar las dinámicas y la forma de transmitir ese gusto por el aprendizaje al alumnado. Mis alumnos y alumnas se llevan un cachito enorme de mi corazón y me han enseñado mucho más de lo que yo les he podido enseñar a ellas y ellos.
En definitiva, que he sido muy feliz. Que cada día cuando tenía que madrugar y levantarme a las 6 y media no me ha costado en absoluto -con lo que me gusta a mí dormir-, ni eso ni los 42 kilómetros diarios o las tropecientas vueltas que tenía que dar para aparcar cuando llegaba a casa. Nunca he sentido pereza de ir a trabajar o desgana (solo cansancio cuando se acercaba el fin del trimestre, no os voy a decir que todo es marvelous porque es verdad que acabas DEAD).
Espero que os haya servido de algo conocer mi experiencia y que si tenéis alguna duda podéis dejármela en comentarios y os iré contestando. Un beso muy fuerte y que tengáis una fantástica semana, nos vemos en el siguiente post.